martes, 21 de diciembre de 2010

EFECTOS Y BENEFICIOS DE LA NATACIÓN EN LOS BEBES

   Los beneficios que le reportan al bebé son: desarrollo psicomotor; adquiriendo una mayor coordinación motriz, localización propioceptiva e integración kinestésica, además de facilitar movimientos y experiencias motrices que le conduzcan a un aumento del repertorio motor, asimismo, ayuda  al fortalecimiento del sistema cardiotorácico, aunque, no obstante es trascendental destacar la regulación del tono muscular, muy importante para la estática, el equilibrio y el movimiento y en último termino se obtiene una mejora de las relaciones afectivas entre los padres y el bebe.
   Es necesario recalcar el aumento del desarrollo de la capacidad intelectual, ayudando a los niños a ser más creativos y observadores, por lo que se recomienda la práctica de la actividad durante los primeros meses de vida del bebé.
   La natación para bebés es uno de los mejores métodos de estimulación temprana, ya que, en un ambiente de juego y placer, aporta beneficios importantes sobre el bebé debido a los componentes físicos (agua, movimiento, calor) que contiene esta actividad.

Propiedades físicas del agua

   Para comprender mejor los efectos y beneficios que provocan las actividades realizadas en el agua, es importante el conocimiento de las propiedades de ésta:

   1- Principio Mecánico: La inmersión de un cuerpo en el agua va a estar sometido a tres factores físicos que son el factor hidrostático, el hidrodinámico y el hidrocinético.

      A) Factor hidrostático: Se basa en el principio de flotación definido por Arquímedes y el factor de compresión definido por Pascal. Este factor nos hace flotar en el momento en que nos introducimos en agua. Nuestro cuerpo pesará menos, podremos movernos mejor, disminuye el estrés que sufren nuestras articulaciones de carga, al tener que soportar un menor peso, y nos va a permitir realizar movilizaciones pasivas, asistidas y contrarresistidas de las articulaciones que se encuentren sumergidas, ayudando a la mejora de las patologías que producen limitación de movilidad.
Otra de las consecuencias de este factor es actuar sobre la función respiratoria, sistema circulatorio, sistema muscular y cavidades corporales, de manera que puede llegar a reducir el perímetro torácico y abdominal en unos centímetros, produciendo una disminución del consumo de oxigeno y una hipotonía muscular. Pero todo esto dependerá siempre de la profundidad a la que se sumerja al paciente, y de su edad, peso corporal, capacidad vital y sexo.

       B) Factor Hidrodinámico: Para poder definir este factor debemos tener en cuenta la resistencia hidrodinámica. Todo cuerpo que se sumerge en agua y se mueve va a sufrir una resistencia al movimiento 900 veces mayor que la del aire opone a ese mismo movimiento. También debemos tener en cuenta la naturaleza del medio, que va a depender de cuatro factores esenciales: la fuerza de cohesión intermolecular, la tensión superficial, la viscosidad del líquido y la densidad.
Este factor hidrodinámico nos indica que cuando metemos un cuerpo en el agua y este se mueve dentro, va a sufrir una diferencia de presiones que generan unas turbulencias que dificultan su desplazamiento, ayudando a graduar las cargas de trabajo sobre segmentos corporales, que necesitan un tratamiento orientado a la potenciación de una musculatura débil.

      C) Factor hidrocinético: Este factor va a indicarnos la utilización del agua con una presión determinada, por ejemplo los chorros y duchas. Este factor va a depender de las atmósferas de presión a las que se utilice el agua, del ángulo de incidencia sobre el cuerpo, si existe algún tipo de resistencia en caso de que sea subacuático, etc...
        Lo que conseguimos con este factor es un masaje sobre el cuerpo que, dependiendo de la forma de aplicación, estará indicado para distintas patologías. En las circulatorias mejora el retorno venoso y/o, en casos de estrés, produce un efecto relajante.
        Hay muchas más indicaciones que se incluyen dentro del factor mecánico de la hidroterapia como son mejora de la propiocepción y el equilibrio, mejora del estado emocional y psicológico, mejora del retorno venoso, relajación muscular y reeducación respiratoria.

   2- Principio térmico: Están relacionados directamente con las distintas formas de propagación e intercambio de calor entre el cuerpo y la temperatura del agua. En caso de que el agua esté caliente, va a producir analgesia y aumento de la temperatura local y general, causada por una vasodilatación que, a su vez, produce una disminución del tono muscular. .
   Otro efecto es el sedante, siempre que la temperatura no sea muy elevada. En caso contrario va a producir insomnio y excitación. El agua caliente también va a aumentar la elasticidad disminuyendo la rigidez articular, ayudando en la curación de úlceras y heridas.
   El agua fría va a producir, en principio, una vasoconstricción. Las indicaciones del agua fría son la analgesia y la relajación muscular, muy indicado en patologías como hemiplejía o esclerosis múltiple. También está indicada para procesos inflamatorios articulares como la gota, pero siempre teniendo en cuenta que debe ser bajo indicación médica.

Inmersión y reflejos

   La inmersión y los reflejos que el niño conserva en los primeros meses de vida son la base de los beneficios que más tarde podrá alcanzar el lactante con la práctica de esta actividad.
   La inmersión total se considera indispensable en el proceso de desarrollo y adaptación. Ésta se lleva a cabo en las primeras etapas, pero siempre va precedida de un ejercicio de sumergir al niño por encima del labio superior para que el bebé cierre la boca en contacto con el agua: el infante debe mantenerse en esa posición durante uno o dos segundos y luego el padre deberá reconfortarlo para darle seguridad. Solo debe realizarse cuando el bebé este tranquilo, relajado y sin brusquedad, en estas condiciones la experiencia no debe ser traumatizante.

Los reflejos relacionados con la práctica de esta actividad son los siguientes:

   Equilibrio acuático: este reflejo se ve favorecido por la flotación inherente del re­cién nacido. El bebé en el agua reacciona con sus reflejos innatos de supervivencia de manera glo­bal.

   Flotación: En la posición dorsal (decúbito supino), el equili­brio se consigue por la conjunción de los siguientes movimientos instintivos: reflejo del moro (brazos abiertos), reflejo de enquizamiento cervical (ante el desequilibrio o pérdida de apoyo caudal) y búsqueda de la estabilidad pélvica.

   Propulsión: Sería más conveniente hablar de "Movimientos espontáneos que provocan un desplazamiento", es lo que hemos englobado como "Reflejo subacuático, de sumersión o buceo". Este es una modificación del reflejo de Landau adaptado al medio acuático: Al sumergir a un recién nacido en posición ventral (decúbito prono) observamos que de manera instintiva se provocan el conjunto de siguientes reflejos: enderezamiento cervical, reflejo glótico o de protección respiratoria y mo­vimientos de flexo-extensión rudimentarios (acción propulsiva), que engloban todo el eje axial y sus segmentos. Junto a la flotación propia de su cuerpo, el crío ascenderá hacia la superficie.

   Reflejo natatorio: Son movimientos de brazos y piernas con cierto carácter rítmico que se realizan cuando sujetamos al pequeño por los costados y lo ponemos en con­tacto con la superficie del agua en posición ventral (decúbito pro­no).

   Reflejo de Chapoteo o Hidropedal: Que viene a ser la Reac­ción de Bauer o "marcha automática en el agua". Probablemente es una manifestación de placer, con la agitación propia del bebe al pa­talear, por reconocer el medio líquido. Se deben hacer estudios que confirmen esta conducta. También se deberá tener en cuenta la tem­peratura del agua.

   Reflejo de protección de la respiración: Es sin duda el reflejo más importante del bebé para la práctica de esta actividad y es muy trabajado en los primeros meses para favorecer la inmersión del infante. Consiste que, ante presencia de agua en las vías respiratorias, el niño activa un mecanismo de defensa mediante el cual cierra las vías aéreas altas. Es un comportamiento trabajado en la Educación Física precoz. Desaparece  a los 7 u 8 meses.
    Aunque la natación tiene en el bebé una parte de juego y placer no debemos relegar otros beneficios menos tangibles a priori, pero no por ello menos importantes y que tras la revisión bibliográfica realizada hemos extraído de la misma. Así pues, enumeraremos algunos de los más importantes.

Beneficios que aporta la natación en el bebé

   Según Le Cammus esta actividad contiene efectos saludables en el terreno orgánico, neuro-perceptivo-motor, emocional y socio afectivo.

   1- Aumenta el coeficiente intelectual. Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en aprendizajes futuros. Una gran cantidad de estudios han demostrado que la estimulación prenatal parece tener un efecto favorable sobre la inteligencia y el coeficiente intelectual (CI). Para dar un ejemplo, en el estudio "Proyecto Familia" conducido por la doctora Manrique, los bebés que recibieron una estimulación prenatal y postnatal correcta mostraron según la escala Stanford-Binet un promedio de 14 puntos por encima en el CI que los bebés que no fueron estimulados.

   2- Desarrollo psicomotor. El bebé encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos. A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz. Además el agua da posibilidades de movimiento que no proporciona el ámbito terrestre. Esto hace que el bebé experimente un sin número de experiencias que enriquecerán sensiblemente su acervo motor.

   3- Ayuda al bebé a relajarse. Porque elimina la tensión nerviosa y el estrés (debido a las propiedades antiestresantes y relajantes del agua).

   4- Ayuda al sistema inmunológico.

   5- Mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá. La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederían de otra forma pues se van a juntar las reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias vivencias que genera la práctica de la natación, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.

   6- Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo, desarrollándose como personas y su entorno de una forma natural. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudarán a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere más confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con instructores y niños.

    7- Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia.

   8-Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio. La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre y favorece en el acrecentamiento del aparato cardiorrespiratorio (facilitando la respiración y oxigenación del organismo).

   9- Ayuda al bebé a sentirse más seguro. Desde el aspecto psicológico, el niño aprende a conocer el agua, un medio que le es habitual. El dominio paulatino de este nuevo ámbito le va dando “seguridad e independencia”, pero una independencia responsable que le va ayudando a adquirir una cabal noción de sus posibilidades y limitaciones.

   10- Desarrollo del aparato osteomuscular. Incrementa el rendimiento muscular, la movilidad y la rapidez.

   11- Ayuda a la movilidad de la caja torácica. La presión del agua sobre la caja torácica ayuda a la potenciación de la musculatura respiratoria, además, la humedad existente en  la piscina favorece la  eliminación de  mucosidades.

   12- Mejora la movilidad intestinal e incrementa el apetito.

   13- En niños hiperactivos ayuda a conseguir la relajación y el sueño.

  14- El niño se siente protagonista de los juegos y actividades lo que le estimula y aumenta su creatividad.

   15- Ayuda a conseguir un correcto esquema corporal ya que el factor hidrocinético del agua provoca una mejora de la propiocepción y de la sensibilidad que redundará en una mejor coordinación y equilibrio.

   16- En niños con patología que cursa con espasticidad es muy recomendable gracias a que la temperatura de la piscina ayuda a la disminución de la misma.

   17- Elimina las prótesis durante la práctica de la actividad gracias al factor hidrostático del agua que disminuye el estrés entre las articulaciones y asiste a las movilizaciones.

   18- En niños con hipotonía ayuda a mejorar el tono debido al factor hidrodinámico que permite una tonificación muscular en el desplazamiento en el agua.


1 comentario:

  1. La natación en los bebes aporta muchos beneficios tanto para los padres, madres y para ellos mismos. Los bebes están acostubrados a estar en un medio acuoso, por ello se deberia de realizar talleres, cursos de natación; ya que la aportación de la realización de esta favorece en su desarrollo evolutivo mejorando lo.

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